Los Calvarios

Antigua tradición nazarena, curioso Vía Crucis cantado, duro de escuchar, creado para que llegue al Pueblo, a lo más hondo, con un soniquete repetitivo, aflamencado, creando en las «madrugás» de los siglos XVIII, XIX y XX, un ambiente de duelo, de pena….preparación para la salida procesional de Ntro. Padre Jesús Nazareno.

Cantadas generalmente por tres personas con buena voz, quienes solían iniciar el canto en las esquinas de las calles. Se agrupaban formando una especie de «corro» entrelazándose los brazos unos a otros por encima del hombro, de forma que sus rostros estuvieran lo más cerca posible. La decadencia de los Calvarios se inició a principios del siglo XX, aunque se mantuvieron hasta pasada más de la mitad de éste siglo.


«COPLAS DEL CALVARIO»De D. PABLO DE OLAVIDE(INTENDENTE DE SIERRA MORENA Y FUNDADOR DE LAS NUEVAS COLONIAS DE SIERRA MORENA)PARA SER CANTADAS A NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO DE LINARES EL DIA DE
VIERNES SANTO(año de 1772)
I
Venid al calvario
Venid, almas tiernas, venid y veréis
Divinas finezas.
Veréis al Dios-Hombre
Que hizo cielo y tierra
Sujeto a la muerte
Por las culpas nuestras
II
Mirad su persona
De heridas cubiertas
A fuerza de azotes
Y de espinas recias.
Ved como la sangre
La vista ciega
Y a Su faz hermosa
Deja horrible y fea
III
Mirad como viene
Con la cruz a cuestas
Y tan fatigado
Que respira apenas
Ved de los judíos
La feroz caterva.
Que a fin de que llegue
Lo arrastrarán por fuerza.
IV
Mirad como cae
Por estar sin fuerza
Y porque aquel pueblo
Feroz lo atropella
Ved que la caída
Sus llagas aumenta
Y que los tiranos
Los golpes renuevan
V
Ved como Jesús
A Su Madre encuentra
Y cuando está viva
Redobla sus penas
¡Qué encuentro tan triste¡
Para almas tan tiernas
El Hijo y la Madre
Se turban y aterran
VI
Ved que al Cirineo
Hacen que sostenga
La Cruz que le abruma
No porque se duelan,
Sino es porque temen
Que antes de que puedan
Llegar al Calvario
Desfallezca y muera
VII
Ved su rostro herido
Su barba deshecha
Y que vierte sangre
Por ojos y orejas
Sin que en tantos males
Dolores y afrentas
Se escape de sus labio
La más leve queja
VIII
Ved que una piadosa
Mujer se le acerca
Y con sus tocados
El Rostro le asea
Y el manso Cordero
Como recompensa
En el blanco lienzo
Su Efigie le deja
IX
Ved como otra vez
Cae con violencia
Y como lo arrastran
Tirando la cuerda
Ved como Su sangre
Va dejando huellas
Por las muchas llagas
Que lleva ya abiertas.
X
Ved esas mujeres
Que piadosas llegan
Y viendo a Jesús
En tan duras penas
Se compadecían;
Oíd su respuesta:
No lloréis mis males;
Sí las culpas vuestras.
XI
Mirad que otra vez
De flaqueza
Hasta dar su rostro
En las duras piedras
Ved que a fuertes golpes
Y puñaladas recias
Levantan al Fuerte
Que al Orbe sustenta
XII
Mirad cuantas veces
cae de flaqueza
y que las caídas
sus llagas refrescan
ved a los sayones
que estando por tierra
a golpes y a palos
a alzarse le fuerzan
XIII
Mirad finalmente
Que al Calvario llega
Y que en el instante
Desnudo le dejan.
¡desnudo el Dios-Hombre¡
¡Qué vistió la Tierra¡
Para su alma pura
¡OH, Dios , que vergüenza¡
XIV
Empieza el suplicio
Y El, como una oveja
Por sus mismos pasos
En la cruz se acuesta
Los pies le taladran
Sus manos penetran
Y a fuerza de golpes
Lo clavan en ella.
XV
Pero ¡ay¡ que estos golpes
En el aire suenan
Y llegan a un alma
Que muere de pena
Su madre los oye
Pues estaba cerca
Y rompen su pecho
Su alma titubea
XVI
La sabgre que salta
Con mucha violencia
Alcanza y salpica
A esta Madre Tierna
¡ay¡ Triste María
Es tu sangre mesma
Pues otra no tiene
Tu Hijo en sus venas
XVII
A Jesús levantan
Para que allí mismo muera
Y dura tres horas
La horrible tragedia
Y en ellas no solo
Su cuerpo atormentan
Sino que inhumanos
Le mofan y befan
XVIII
«Pues que es Rey-decían-
De la Cruz descienda»
«Si de Dios es hijo,
Que a librarle venga»
Más Jesús, no solo
Dulce lo tolera
Sino que a Su Padre
Por ellos ruega
XIX
…»Sed tengo»…les dice
Con la lengua seca
Y hiel y vinagre
Crueles le presentan
Un ladrón le pide
Perdón a su diestra
Y le ofrece parte
De su gloria eterna
XX
A su Madre amada
A Juan recomienda
Y Juan, desde entonces
No se aparta de Ella
Se la dá por Madre
El hijo lo acepta
en su nombre a todos
Esa Madre deja
XXI
Oh que patrimonio
Tan rico nos dejas
Para los cristianos
Qué grandiosa herencia
Los méritos todos
De Jesús nos dejan
Y a Su misma Madre
Hacen Madre nuestra
XXII
Después a su Padre
Con ardor se eleva
Y de su abandono
Humilde se queda
Pero resignado
A su orden suprema
En sus Santas Manos
Tierno se encomienda
XXIII
Al fín Jesús muere
Y porque se vá
Que su muerte es libre
Dice con voz recia:
«consumóse todo»
Palabra postrera
Y su Alma divina
Exhala con ella
XXIV
Se conmueve toda
La naturaleza
Los sepulcros se abren
Y la tierra tiembla
Hasta el sol se eclipsa
No hay más que tinieblas
Y las gentes dicen:
«Hijo de Dios era»
XXV
¡Oh Madre amorosa¡
Cuanta fue tu pena
Viendo dar a tu Hijo
Muerte tan acerba
Todos sus dolores
Todas sus afrentas
Crecen en tu pecho
Y en Tu Alma se aumentan
XXVI
José y Nicodemus
A Jesús descuelgan
Y a la tierna Madre
Tristes se lo llevan
María en sus brazos
Lo toma y lo estrecha
Lo adora, lo abraza,
Lo limpia y lo besa
XXVII
Al fín se lo quitan
Que llevarlo es fuera
Al sepulcro nuevo
en donde lo entierran
¡ay Madre afligida,
Qué sola te quedas¡
Pero ya en el Templo
hiciste la ofrenda
XXVIII
Pues llora María
Llora con Ella
Y hagámosle todos
Compañía tierna
Mas ved a esa Madre
Solo la consuela
Que amen a sus Hijo